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jueves, 6 de enero de 2011

MI VIAJE A ESTAMBUL


Terminé mi carrera a los 25 años, de oftalmólogo. Desde temprana edad supe de mi vocación  por la medicina , tomé la decisión a raíz de los problemas que tuvo Amelia, un bebé que tuvieron Paul y Ellen  vecinos de nuestra granja a las afueras Cuissia . Aquel bebé nació con graves problemas en la vista, sufriendo varias intervenciones quirúrgicas a lo largo de su infancia.
Aquello fue lo que realmente me motivó a decidirme por esta profesión, tan maravillosa y gratificante.

Una vez terminados los estudios, me llamaron para hacer unas sustituciones como oculista en un hospital. Trabajo que acepté de inmediato, pues yo lo que quería era trabajar cuanto antes y poner en práctica todo mi conocimiento y a la vez sentía la necesidad,  cómo una esponja,  de absorber todo la experiencia posible de colegas mucho más aventajados y expertos en dicha materia.
Después de estar varias semanas en el trabajo, al que ya estaba empezando a integrarme, el director me comunicó que mi estancia allí tenía que terminar justo la semana siguiente, pues la Doctora Sánchez iba a incorporarse después de su baja de maternidad.

Un día llegó una carta a casa, iba destinada para mí, vi el remitente :
“ Mount Sinaí Hospital “de Estambul .La abrí nerviosa y excitada , era una
oferta de trabajo, había una vacante y después de haber estudiado mi currículo el puesto era para mí. No me lo podía creer. Mi madre al oir los
gritos salió para ver que pasaba . Le leí la carta y las dos nos fundimos en
un abrazo y nos  pusimos a llorar de alegría, pero pronto vi como dos lágrimas seasomaban a sus ojos.

Mis  padres estaban contentísimos , pero a la vez tristes por tener que separarse de mí.
Por supuesto acepté de inmediato el trabajo. Se requería mi presencia lo antes posible en el hospital, pues necesitaban médicos con urgencia.
Al día siguiente compré los billetes de avión y justo a la semana volaba rumbo a un  nuevo destino y a una nueva vida, no sin mi perro Sam del que nunca me había separado y que me regalaron mis padres al cumplir 18 años.Llegué en el vuelo de las 12,30h. y me dispuse a recoger mi equipaje y a Sam. Una vez todo en mano me dirigí al  punto de información , allí me estaba esperando el Director de Personal , Philippe, un joven alto, moreno y con gran porte. Enseguida me reconoció , porque llevaba pegado un distintivo con el nombre del hospital . Llevaba un ramo de orquídeas que me entregó como detalle del hospital. Fue muy amable conmigo y me puso al corriente de cómo funcionaba todo. Pronto me integré por completo a mi trabajo, a la vida en Estambul, a sus gentes y a todo gracias a Philippe que me sirvió de guía. Los dos congeniamos muy bien desde el primer día y cada vez nos veíamos más a menudo . Así  fue como Estambul cambió mi vida.

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