Vistas de página en total

domingo, 2 de enero de 2011

UN TROPIEZO EN EL AEROPUERTO

UN TROPIEZO EN EL AEROPUERTO

Mi historia comenzó en el 2008, cuando después de 5 años dando clases de baile en Madrid, un famoso coreógrafo francés llamado Jean Paul (apodado El Tigre, por su especial atuendo), contrató los servicios de la escuela para presentar un nuevo espectáculo de danza moderna en París.

Durante los últimos 6 meses, estuve ensayando a diario con Silvia, que era la bailarina principal de la coreografía, con la cual teníamos que debutar. El 2 de Noviembre teníamos que coger el vuelo hacia Francia en la T4 de Madrid, ya que al día siguiente estrenábamos la obra en uno de los teatros más famosos de París.

De camino al aeropuerto, Silvia empezó a encontrarse indispuesta. Nada más llegar a las instalaciones y facturar las maletas nos dirigimos al aseo. Estando en el aseo, escuchamos por los altavoces que anunciaban nuestro vuelo y nos apresuramos a salir de allí. Estaba tan apurada por llegar al avión, que al coger a Silvia de la mano me tropecé con hombre joven, muy atractivo y bien vestido que iba en dirección contraria a la nuestra. Inmediatamente me disculpé por mi torpeza y él nos sonrió. Era visible en nuestro rostro que estábamos totalmente desorientadas. Nos preguntó por nuestro vuelo y se ofreció a indicarnos el camino. Se llamaba Ricardo, tenía 39 años, alto, una sonrisa muy bonita y casualmente era uno de los pilotos de nuestro vuelo. Nos despedimos en la puerta de embarque, nos deseó mucha suerte en el debut y volvernos a ver pronto.

El día del estreno Silvia no estaba en condiciones de bailar, debido a una infección intestinal. El Tigre me llamó a su despacho, estaba hecho un manojo de nervios y me pidió que sustituyera a Silvia, ya que era la única que conocía todos los pasos de la coreografía. Acepté y me fui a mi camarote para prepararme para salir al escenario. Estaba tan nerviosa que no podía articular palabra, pero cuando el telón se abrió, empezó a fluir toda mi pasión por el baile. El espectáculo fue todo un éxito, la gente se levantó como una gran ola para aplaudirnos.
Después del espectáculo nos esperaba un cóctel en el hotel donde estábamos hospedas. Al salir del teatro me sorprendí al ver a Ricardo con su peculiar sonrisa y un precioso ramo de gardenias en la puerta del teatro. Le invité a que me acompañara al cóctel, estuvimos toda lo noche hablando y bailando. A los pocos meses nos casamos, lamentablemente con su trabajo y con el mío no podemos estar mucho tiempo, pero cada vez que tengo que actuar en cualquier parte del mundo, él nunca se lo pierde.
Alicia - piloto - París - gardenia - tigre - 39

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.