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viernes, 7 de enero de 2011

Vietnam, tierra protegida

Nunca podría imaginarse que su vida laboral hubiera llegado a su fin. Tras casi 35 años desarrollando la profesión que siempre había soñado, Ingeniera, llegó el momento de decir adiós, ya que, había conseguido el premio a todos sus méritos: la jubilación.
Ahora, Pepa a sus 65 años sabía que le iba a costar dejar de lado sus hábitos durante todo este largo tiempo, su obsesión por la ciencia y las matemáticas y sus miles de diseños de proyectos que habían permitido ser útiles para la construcción de diversos palacios, puentes y edificios. Pero ella también quería cumplir uno de sus deseos una vez jubilada cuando falleció su marido hace ya cerca de 10 años: Vivir en Vietnam.
Tras 5 horas de avión contemplando parte de Europa y parte de Asia aterrizó en Hanoi, la capital de Vietnam, una bonita ciudad junto a la orilla este del Mar Rojo.
Su adaptación no fue fácil, pero finalmente en un tiempo de dos meses y con una gran fuerza de voluntad Pepa cambió radicalmente todos sus hábitos cotidianos que había desarrollado durante 65 años en su ciudad natal de Valencia por las costumbres asiáticas. Se compró una casa en el barrio de Gia Lam dado que tenía a escasos metros el mar y unos pocos kilómetros la ecozona Indomalaya, una de las zonas del mundo con mas biodiversidad tanto de fauna como de flora. Todas las mañanas preparaba su mochila con alimentos variados y algo de abrigo y hacía rumbo hacia esta zona considerada como una selva amazónica. Tras 2 horas duras de ascenso, conseguía adentrarse en lo que para ella era como “ otro planeta”. Esas dos horas de fatiga desaparecían en cuanto su olfato notaba ese olor que tanto le enamoraba desde su llegada a Vietnam: la rosa eglanteria. Una de las flores que mas olor intenso desprenden. Se pasaba largos minutos disfrutando de ese olor y ese verde paisaje aunque el clímax final lo culminaba cuando sus ojos veían algo por lo cual ella había tomado la decisión de quedarse en esa ciudad hasta el final de sus días: la familia Phascolarctidae. Esos marsupiales que observada hasta que el sol cesaba y tenía que emprender la vuelta a casa, esos animales que jugaban como niños, que se parecían a esos peluches que tenía cuando era una niña, tenía ante sus ojos una variedad de koalas de las mas bellas que existen sobre la tierra, lástima que una valla los separase.
Pepa, Ingeniera, Vietnam, Rosa, Koala, 65 años

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