Vistas de página en total

jueves, 20 de enero de 2011

¿Seguro qué solo pasa en las novelas?

Mi historia es un tanto rocambolesca o como mínimo curiosa.

Hace ya aproximádamente como unos quince años, conocí en la ciudad de Tokio, pues por motivos de trabajo estaba allí instalado, a una preciosa muchacha demasiado guapa como para haberse fijado en mí: (y, digo esto porque cuando os termine de contar mi historia comprenderéis porque lo digo) . Ella también estaba allí por motivos de empresa (o eso es lo que se suponía), su nombre era Alexandra, en fin nos enamoramos, yo más perdídamente de ella que ella de mí y decidimos después de un tiempo afianzar nuestra relación y nos casamos ,hacíamos una vida muy normal como cualquier matrimonio no teníamos hijos pero teníamos a watson era nuestra mascota un hurón muy gracioso y perspicaz y se suponía que no había secretos entre nosotros,(o al menos eso era lo que yo creía), y así estuve cinco años de mi vida, hasta que un terrorífico día llegó al buzón de casa por equivocación pensé yo en ese momento, un carta un tanto extraña e inquietante, pues venía a nombre de Top Secret to Mrs. Scarlett, con nuestra dirección exacta, pero no tenía remitente, y la verdad, pudo más mi irresistible deseo de saber que ponía, la abrí y en su interior, me extraño ver una amapola con ese rojo intenso carcterístico que tiene esa flor, y acto seguido procedí a leer la carta. A día de hoy no sé si hice bien o mal, pero solo sé que a partir de aquel mismo instante mi vida iba a cambiar par siempre. La carta decía así, y cito textualmente: Querida Scarlett has hecho un buen trabajo en la operación Amapola, sin embargo no podemos decir lo mismo del agente X-42 así pues la organización ha decidido darlo como baja, pues no ha resultado ser tan eficiente dicho esto una vez más la organización ha estimado que usted debe ocupar sin más demora la plaza vacante y eso como usted ya bien sabe conlleva cambiar de objetivo y misión debe romper con todo y poner rumbo a... próximamente tendrá noticias.

Atentamente : La Organización



Al acabar de leer la carta, no sé porque extraña razón intuía que iba dirigida a mi amada Alexandra. Deseaba y temía a la par que llegara pronto del trabajo "que ingenuo" para así salir de dudas de una vez por todas.

Cuando escuché el sonido que hace la cerradura cuando la están abriendo, el corazón me latía exagerádamente, ella entró al salón y allí estaba yo sentado en mi sillón preferido con esa carta entre mis manos y sin preguntarme nada me miró fijamente como nunca me había mirado, y se produjo un silencio aterrador, y en ese mismo instante, ella se dirigió hacia mí y cogiéndome las dos manos me dijo: - Sé lo que has leído en esa carta y creo que ya ha llegado el momento de decirte que en realidad no soy la persona que te he hecho creer en todo este tiempo. ¡Soy una espía!.
Soy agente secreto mi Alias es "Amapola" trabajo como espía, para los servicios de inteligencía de mi organización cuyon nombre no te puedo desvelar y mi misión aquí ha concluído a pesar de lo que pienses te he querido mucho y has llenado mi vida, pero a veces hay cosas que empiezan y acaban. A partir de que salga por esa puerta debes olvidarte de mi existencía, jamás te olvidaré. ¡hasta siempre!.
Está fue la última conversación que tuve con ella, mi amada Amapola, y aún hoy a mis 35 años sigo pensando que como es posible que está historia me hubiera tocado a mí. ¿"Acaso esto no pasa en las novelas"?.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.